Vacío creativo

Vuelvo de pillar una cerveza del frigorífico, y antes de sentarme lo último que escucho es la voz aguda de un niño gritando: “¡Mamá! ¡Mamaaá!”. Maldigo los pisos colmena que colman cada ciudad del país. No es que esté bloqueado, es que no me apetece escribir. Uno simplemente no puede presionar a alguien creativo imponiéndole fechas límites y todo eso. El jefe de la editorial nunca lo ha entendido, es por eso por lo que, al final, nadie quiere seguir trabajando con él. Alfonso y yo somos los dos últimos veteranos de la generación de oro que llevo esta publicación a la cima. Eran buenos tiempos: cenas de empresa, premios de todo tipo, colaboraciones internacionales y dinero, mucho dinero. Luego la ambición del jefe acabó con todo, quería más publicaciones, más rápido y mejores que las anteriores, lo cual resultó imposible a largo plazo. La fuga de talentos pronto aupó otros periódicos al éxito, relegando inevitablemente al nuestro a la segunda fila al principio, hasta tocar fondo después como publicación mensual para nostálgicos.

Está bien, igual también sí estoy un poco bloqueado. Es como si el manantial de buenas ideas que regaba mi cabeza se hubiese secado por completo, como si hubiese derramado la última gota de talento de mi ser hace mucho tiempo. Antes podía mirar una silla y escribir un artículo sobre cualquier cosa resultando interesante para el lector. Ahora descarto toda idea, por aceptable que me parezca. Quizá no sea tanto el bloqueo como la pereza. Quizá es que ya he escrito demasiado. Quizá es el vacío del folio en blanco, mi propio vacío. Quizá es el ruido alrededor. Alfonso suele escudarse en que son otros tiempos, y que la gente ya apenas sí sabe diferenciar entre calidad y cantidad, que a la gente le das algo de más de 140 caracteres y son incapaces de prestarle atención. “El Twitter y todo eso, Hesse”, dice, “nos ha vuelto gilipollas”. Me gustaría poder darle la razón, pero creo que el Ser Humano ya se volvió gilipollas antes de la llegada de las nuevas tecnologías. En qué momento, no sabría decir. […]

3 respuestas a “Vacío creativo”

  1. Tiene que oír el capítulo de mentalidad testaruda de matar las excusas 😂😂

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  2. La gilipollez hace tiempo tuvo su edad dorada y se elevó a la categoría de arte. Los gilipollas eran variopintos y originales, lo que nos permitía escribir. Hoy en día es moneda común; ha perdido la originalidad y resulta anodina y chabacana: de ahí nuestros bloqueos creativos. ¡Hay que volver a la auténtica gilipollez!

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  3. Hay que volver, eddwalrus, sin duda.

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