Ruido mental, ruido ambiental.
Voces internas, voces externas.
Cien orquestas afinando
y mi mente desafinando
en mi menor sostenido y mantenido,
constante y sonante,
que tiene bemoles.
Cuando sea mayor quiero ser sol,
o ponerme al sol, o mirar al sol,
igual que hace un girasol,
y hacer la fotosíntesis,
y enraizarme profundamente
a tierra, en tiempo fuerte,
alzando las ramas a los vientos.
Prefiero la madera al metal,
eso lo tengo clarinete.
Cuestión de actitud mental
y un poco de saxo nunca va mal;
Alto, bajo o barítono, da igual,
dos puntos al final del compás
y volvemos a empezar.
Esa, esa es la clave;
la de fa, la de sol, la de do.
Esa es la clave de todo.
¡Orden, orden!
¡Cada ruido a su sitio! ¡Y silencio!
Porque sin silencio es sólo ruido.
¡Música, maestros!
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