Tinto joven, aunque cada vez menos. Color rojo púrpura desgastado con reflejos canosos, almacenado en barricas de plástico desde 2008. Aroma neutralizado por bloqueo pandémico de fosas nasales. Sinsabores y esperanzas se alternan en el aliento de sus burbujas, que estallan en los atardeceres de la boca y retumban en las fosas comunes del estómago. Sin recomendación de maridaje, ni Dios ni Amo ni Patrón, pero profundamente obediente. Consérvese en algún lugar, como se pueda; si le da el sol directamente, tampoco le vendrá mal.
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