Echamos de menos los tiempos de paz en la caverna. Allí nadie nos molestaba, ni la asquerosa luz del sol. Me encantaba el silencio en el corazón de las Montañas Nubladas. Pero todo cambió cuando apareció ese sucio hobbit. ¡LADRÓN! No alcanzamos a recordar cuándo sucedió aquello, es confuso el paso del tiempo desde que el Tesoro llegó a nosotros, ¡GOLLUM! ¿Unas semanas? ¿Acaso unos meses? Tal vez años. Nadie entiende que la tranquilidad sea lo que más valoro. ¡Éramos tan felices, si, mi Tesoro! Nosotros, que no nos inmiscuimos en los asuntos de nadie, fuimos perseguidos y torturados sin tener la culpa de nada, sin entender nada. ¡Vivimos desde entonces tanto dolor! Nosotros lloramos tanto, mi Tesoro, ¡GOLLUM! Nadie nos ha comprendido nunca, ni siquiera el Amo, ¡TRAIDOR! Dejó que aquellos hombres nos humillaran y golpearan sólo por nadar en su charca. ¿Cuándo sucedió aquello? Echamos de menos los tiempos de paz en la caverna. Echamos de menos nuestra charca silenciosa en la oscuridad. Aquí no hay charca, ni peces, ¡odiamos este lugar! Tenemos la garganta seca y la piel quema, ¡todo quema alrededor! Y el Gran Ojo vigila, ¡GOLLUM! El Gran Ojo siempre vigilándonos, ¿por qué el Amo nos hizo esto? ¿Por qué nos robó el Tesoro? ¿Por qué quiere destruirlo? Pero no lo podemos permitir, no, mi Tesoro. Está allí a lo lejos, sí, mi Tesoro, a lo lejos, con el sucio hobbit seboso. Nunca nos gustó el hobbit seboso, nos quiso envenenar con aquel guiso de conejo, ¡GOLLUM! Él nunca apreció nuestro gusto por la comida natural, animales aún calientes, pescados aún coleando. Nunca dejó que el Amo probara la calidad de lo que cazábamos para él, sucio hobbit seboso. Míralos, mi Tesoro, ya están próximos a la entrada de la gran montaña. No podemos permitir que se adentren en el Monte del Destino, no, mi Tesoro, ¡SUCIOS HOBBITS! Nosotros, que éramos felices hasta que ellos nos los arrebataron todo, mi Tesoro, ¡TODO! Tanto dolor y sufrimiento causado por ellos. Pero no vamos a permitirles nada de lo que pretenden, se lo impediremos, sí, mi Tesoro. Sólo es cuestión de que esperar, apenas sí se tienen en pie, sucios hobbits, nunca lo conseguirán, ¡GOLLUM! Les esperaremos cerca de la puerta y entonces sí, mi Tesoro, ¡Acabaremos con ellos! Y podremos volver a nuestra charca en la oscuridad, donde nadie nos molesta, donde no llega la asquerosa luz del sol. Sólo nosotros y el suave sonido del agua mecida por nuestra mano, sí, mi Tesoro. Recuperamos el Tesoro y volveremos allí dónde el Gran Ojo nunca nos vea. Allí donde podamos, por fin, descansar en paz.