Des-cabezadita

Fueron unos minutos,
varias paradas de tren,
lo que estuve con los ojos cerrados.

El sueño me engullía desde dentro
a la vez que se dejaba caer
como un peso ajeno y muerto
sobre la insostenibilidad de los párpados.

Los párpados…
persianas metálicas que anunciaron la capitulación de lo que pudo ser,
banderas blancas que todo lo oscurecieron.

Fueron solo unos minutos, decía,
exactamente cuatro paradas de tren,
antes de volver a abrir los ojos.

Bajo el titilar de una luz fría, nos mirábamos en silencio
buscando pistas en forma de gestos o letreros
cuando el bramido de la megafonía agitó nuestra confusión:

«Les damos la bienvenida a la Oficina de Sujetos Dormidos,
agradeciéndoles la confianza mostrada hasta hoy
y recordándoles que no estaba permitido descansar
hasta escuchar el sonido del silbato.

Estación sin correspondencia,
fin de trayecto».

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: