Asepsia

Equinoccio perfecto entre alma y cuerpo. Aunque si la noche fuera un poco más duradera tampoco habría queja.

Viendo tan lejos ahora el festival de malvados demonios, asumo el papel de acreedor inconsciente y desesperado de todos los momentos que no viví.

Un suspiro reconfortante precede un estribillo contundente y pegadizo, como el preludio de un claro visible y disfrutable. Pero eso tampoco es, ¿no?

Mezclar tantra y techno. Crear con agua y yesca el fuego. Fallar al respirar y hallar descanso. Acertar al no acertar premeditadamente.

Así encuentra uno el camino correcto, dejándose caer de espaldas al vacío más terrorífico. Llevando la contraria al seso más docto y puesto, más cabal y cuerdo, para acabar mordiendo el polvo más dulce y frugal.

Córtate la venda de los ojos y quítate la de las manos.

Nada está escrito, ni siquiera esto.

Nada está atado, fijado y hermético. Pernos y tuercas en huelga. Abroches y cierres en paro.

Y no es malo, es un regalo: primer «domingos y dominios» sin un ápice de púa en el costado.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: