Una historia sin final

No podía aguantar su mirada, no podía soportarlo.
Sabía que ya no podía quererle. Pero no recordaba cuál había sido nuestro último beso. Ese detalle no me dejaba avanzar.
Porque cuando la pena me invadiera… cuando volviera la vista atrás… lo último que iba a recordar no era un final. Y sin final yo no sabía volver a empezar.
Porque cada día que habíamos pasado había sido como un día más de la vida de dos viejos conocidos que se unen para siempre. Cada día había sido escrito en una página en blanco que contaba nuestra historia. Una historia que se suponía que debía ser. Una historia que nos creíamos. Por eso nunca había habido un último beso.

Porque nunca supuse que debía serlo.
Sin final para volver a empezar.
No era para mí.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: