Respiraciones

El salón está casi en silencio. Solo se oye el respirar del gato enfermo. Si cierro los ojos me parece estar escuchando a mi padre, cuando se quedaba dormido en el salón al subir del bar. Como un silbido en dos tonos, acompasado y rítmico. El aire pesado raspando la nariz blanda por el licor de anís. ¿Los gatos pueden roncar?

Veo las fotos mi boda, las de los niños, las de mis hermanos y sobrinos. Ninguno miramos a la cámara.

Vuelvo al recuerdo de mi padre, cuando yo paraba de respirar para poder sentir su resoplar y saber que seguía vivo. 

Contemplo los libros comprados en el último año, la mayoría sin leer. Calculo cuanto me darán por venderlos y se me viene a la memoria mi padre en su silla de ruedas con cinco libros entre sus piernas. Recitando poesías de memoria. Obligándome a acompañarle.

Miro la foto de mi madre. Sonará el teléfono y será mi padre para preguntar por ella. Y otra vez tendré que explicarle que la enterramos hace poco. No suena nada. Hace poco ya son seis años.

El gato no se mueve ahora. No me muevo yo. Ah, no, solo era una pausa respiratoria más larga de lo normal. Vuelve el silbido acompasado. Pienso que no vivirá mucho más.

Mi padre si duró mucho más. Desde que que deseé que no viviera por primera vez pasaron casi treinta años. Quien hubiera dicho que mi madre desaparecería primero, así, un sábado por la mañana, sin molestar en nuestros trabajos. Yo la vi llorar cuando terminó de vivir, de respirar.

La echo de menos. Mucho. Aunque no me mirara demasiado. No le gustaban las muestras de afecto pero si que te tomaras café a su lado. Me encanta el café muy caliente.

A mi padre no sé si querría recuperarlo. Lo prefiero en forma de recuerdo.

Me siento en el sillón. Me paro y observo. Me doy cuenta otra vez de que no hay nadie y respiro al la par de mi gato. Me acompaño y pienso que soy una mala hija. Luego lo dejo de pensar. Ya he pasado por esto otras veces,

Y llego a las fotos de mi hermano mayor, el más parecido a mi padre. Desde hace cinco años no sé nada de él, ¿estará respirando?. A él no lo extraño, no podía aguantar su mirada, no podía soportarlo. No era para mi.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: