Veggie o no veggie, esa es la cuestión

Cuando no era ni siquiera vegetariana, tod@s l@s vegan@s me miraban por encima del hombro como si aún no me hubiera enterado de la película.

Ahora que soy veggie, todas las personas que antes eran veggies han vuelto a comer carne y algunas aún me siguen mirando por encima del hombro.

Ahora que soy veggie, las personas omnívoras me cuestionan, me miran raro, por no decir con juicio.

No soy activista, no le digo a la gente que deje de comer carne y se haga veggie. Pero tengo que ir escuchando todo tipo de comentarios y preguntas que para mi ya no tienen ningún sentido. Es más, me sobran e incluso me resultan hirientes.

Como decía mi padre, que cada sapo se meta en su charco.

Cada cuerpo es un mundo y cada quien debería aprender a escucharlo para darle lo que le pide y no lo que dice el experto o la experta de turno sobre el tema. Lo que a otr@s les va bien a ti te puede ir fatal.

Para mí, aprender a escucharme es un proceso diario.

Y la verdad, me siento orgullosa de mi misma.

Mi paso de omnívora a vegetariana y finalmente a vegana se dio en 10 años aprox. Fui escuchando mi cuerpo a medida que mi conciencia se desarrollaba gracias a los múltiples retiros en la India.

Primero sentí el dolor de los animales. (De verdad. Lo sentí en mis propias carnes). Al principio los comía con gratitud por su sacrificio y les pedía perdón. Poco a poco, fui dejando de comerlos. Me quedé con los derivados. El veganismo la verdad es que al principio me pareció extremista. Así que hice mis propias investigaciones y le vi el sentido. Aunque no se mate al animal, este sufre igualmente y es tratado como un objeto para un beneficio y no como un ser vivo con sentimientos. No necesito eso, gracias.

A lo largo de estos años he ido viendo como mi metabolismo cambiaba. Mis pensamientos están más limpios, así como mi cuerpo. En los análisis estoy más sana que antes, no tengo anemias, tengo más energía, aunque me costó mucho aprendizaje. Porque hay mucha creencia y poca información al respecto. Hay que buscar con lupa, investigar, contrastar, probar, equivocarse y seguir. Es un proceso. Y estoy feliz con lo que tengo. No soy super estricta, pero si he encontrado mi equilibrio entre el respeto tanto por mi cuerpo y mi proceso de transformación, como por los recursos que me sustentan.

Agradezco a todas las personas que hay detrás, sobre todo a nivel científico, demostrando y desmontando mitos y creencias.

2 respuestas a “Veggie o no veggie, esa es la cuestión”

  1. Me gusta tu planteamiento. El fanatismo, en cualquiera de sus manifestaciones, puede ser peligroso

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  2. Me parece muy interesante leer tu experiencia con la comida y la manera en que te has ido adaptando a lo que tu cuerpo te pide. Como has llegado a escucharlo y aceptarlo, a pesar de los comentarios y preguntas de los demás? ¿Cómo piensas que la gente puede aprender a escuchar a su cuerpo y darle lo que necesita?

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