¿Sabeis lo que es el «ojo del huracán»?

Cuando hay un huracán, todo se vuelve un puto caos. No hay por donde cogerlo, solo te queda aguantar los vientos, que no sabes ni por donde llegan, y pedirle a tu Dios que no se te lleve por delante antes de que eso acabe.

Y de pronto, todo se calma. Parece que ha pasado, que ese amasijo de hostias que estabas recibiendo se han acabado. Pero ¡JA!, amigo, ahora te encuentras en el ojo del huracán.

Es una calma falsa, de mentira, de pegatina. Y lo peor es que lo sabes, que lo sientes. Notas la presión en el pecho, la sensación de ir perdiendo todo el aire, tu cabeza a punto de explotar pensando que va a volver, que las hostias no han terminado y que van a ir in creccendo.

Y ahí, justo en ese momento, en ese preciso instante, es cuando respiras profundo, miras al huracán a su ojo y dices:

«A tomar por culo» y te dejas arrastrar por el huracán.