Así soy yo

La ficción en esta novela no es más que el maquillaje de una cruda realidad que nos negamos a aceptar. El autor

»Déjame pensarlo… ¿Mi primer recuerdo de niña? A ver… A mi edad la memoria te juega sus pasadas. Algunas escenas se tornan dudosas, como envueltas en una nube gris que nos protege de un sol estridente.

Tenía menos de cinco años, mi mamá estaba sentada frente al tocador concentrada en su maquillaje y yo tomé su pintalabios; de inmediato la oí decir: «Con eso no se juega Alejandro, es solo para mujeres». Yo, desde siempre caprichosa y poco obediente, seguí a mi aire y me pinté tan rápido como pude un primer trazo cerca de los labios. Digo cerca porque más rápida fue la palmada de mi madre y su grito, casi histérico: «Me vas a matar si seguís con esas cosas».  Aunque ahora pueda reírme de ese momento, qué imagen tan patética. Con la palmada terminé untada de un rojo oscuro a lo largo de mi mejilla que anunciaba marcas de sangre con sabor a humillaciones, luchas y rebeliones.

          »Hoy entiendo que ese arrebato fue mi primera forma de decir: quiero ser una mujer linda como tú. Pero a los cinco años no sabemos cómo expresar nuestros sentimientos; solamente sentimos; sin entender; menos aún, sin poder verbalizar lo que sentimos. Sin embargo, desde mi ingenuidad, ya tenía claro que no era un niño.

Entendí a qué se refería ella con «esas cosas». Aún más pequeña había intentado caminar con sus zapatos de tacón y con ello me llevé una paliza de mi padre, tan fuerte que mi mamá tuvo que intervenir para protegerme y se armó un drama familiar. Mi papá la empujó con tal fuerza que pareció que ella fuera una pluma, y le gritó: «Vos a mí no me desautorizás y seguí con esas, que ya tenemos un mariquita por tu culpa». Salió dando un portazo como quien no quiere regresar nunca. Mi mamá me tomó del brazo y me arrastró a mi habitación mientras me decía: «Vos, maldito culicagado, no sos más que mi dolor de cabeza. ¿Viste cómo se puso tu papá? ¡Y todo por tu culpa!». Al salir también descargó su rabia con la puerta. Yo no entendía qué había hecho para que ellos me odiaran tanto. A los pocos minutos entró Flor, mi nana, me abrazó y me dijo: «Mi niño, no haga esas cosas, mire como lo ha dejado su papá, toito lleno de marcas que parece un Cristo en el Calvario». Se acostó a mi lado y me acarició el cabello hasta que me quede dormida.

Algún tiempo después de la paliza, entré en la habitación de mi mamá sin pedir primero permiso para hacerlo. Sucedió algo que abrió mi universo: mi hermanita, que tenía por ese entonces tres años, estaba parada sobre la cama de mis padres, con los brazos alrededor del cuerpo para protegerse del frío. Así que la vi desnuda por un instante. Mi mamá con un pellizco me sacó de la habitación, mientras decía: «Petacón, ¿cuántas veces más tengo que decírtelo? Cuando uno va a entrar a una habitación, primero golpea y pide permiso. Culicagado, andáte a tu pieza, perdéte de mi lado que estoy muy ocupada». No dije nada, ni sentí el dolor del pellizco. Solo una cosa me ocupaba la cabeza en su totalidad. Más que una imagen, más que una idea, era una sensación profunda que me recorría por completo: Mi hermanita no tenía pipí. Ese cuerpo sin pene era perfecto. Es como si algo en mí hubiese hecho clic en mi cabeza: «¡Ese es mi cuerpo, el cuerpo que quiero tener!»

          Me fui para mi pieza, caminaba como en una nube de bruma, había perdido la noción de mí misma. Me desnudé con mucha prisa y me eché en la cama debajo de las cobijas. Empecé a tocarme y sentí que mis manos rechazaban mis genitales. Levantaba las cobijas una y otra vez y me miraba, y sentía repugnancia por lo que veía entre mis manos; y separaba mis manos para volver a mirarme, y veía que ese palo y esas bolas no me gustaban, que no quería que estuvieran allí. Yo quería ser como mi hermanita, plana y con esa ranurita hermosa.

9 respuestas a “Así soy yo”

  1. Me ha gustado mucho, Mario, ¡¡gracias!!

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    1. Muchas gracias Alber, qué agradable sorpresa, es el primer comentario positivo sobre este proyecto.

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  2. Pues lo seguimos con mucha atención e ilusión 🙂

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  3. Ufff. vaya relato. Tiene fuerza

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    1. Avatar de Mario palacio
      Mario palacio

      Gracias. Es cierto eso de que tiene fuerza; por eso no he podido conseguir un lector beta que lea hasta el final…

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      1. ¿Qué es un lector beta?

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  4. Es una persona que lee el manuscrito para dar sus opiniones y, en especial, sus críticas.

    Le gusta a 1 persona

  5. Por fin leo esto. Ya en el primer capítulo empatizamos con la narradora y hay mucha carga emocional (lo peor es que habrá muchos relatos parecidos en la vida real). Con la imagen de la hermanita y los enfados de los padres describes todo perfectamente. Es un gran comienzo, a mi parecer.

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  6. Gracias Johan. Yo quería hacer una historia real y para ello entrevisté a un par de damas y, aunque alguna idea me dieron, ninguna quizó colaborar de forma directa en el proyecto. Así que… bueno, a imaginarme cómo podría ser y a escribir.
    Fraternal abrazo.

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