Cinco días, cinco:
de viajes a otros mundos,
de paseos por la vida,
de lluvia de emociones,
de mirar sobre mis hombros
lo que a mi espalda quedó,
de pisar este momento
y que el viento no lo lleve
y no lo borre la lluvia
que vendrá sin avisar,
de mirar sobre los muros
intentando vislumbrar
de entre todos los caminos
cual mis pies se calzará .
Cinco noches, cinco:
de amores imaginados,
de deseos frustrados,
de besos olvidados
en un cajón atestado
de promesas por cumplir,
del fuego de un sexo salvaje
que arde hasta consumir
todo el aire de mi pecho,
de mi lecho, de mi mundo.
Se apagó en lo más profundo
y lucha por resurgir.
No teme sufrir.
No teme vivir.
Cinco amores, cinco:
como los dedos de una mano
que se aferran a un sentir.
El corazón en un puño
exprimiendo el elixir
gota a gota, boca a boca,
beso a beso, sueño a sueño.
No soy, de mí mismo, dueño
que soy de un mundo extraño
en las entrañas de la luz
que proyecta largas sombras,
que oculta a quien la nombra
amando sin medida
derramándose como agua de vida.
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