No me duele la regla, me duele el mundo que me impide vivir mi regla.

Me duele vivir en un mundo masculino, que me castiga por ser mujer, que me impide ser mujer, que me obliga a ser hombre.

Me duele negarme como mujer.

Me duele ignorar mi ciclo y seguir funcionando como un hombre mientras me desangro. Me duele que no se me tenga en cuenta en mis diferentes facetas y expresiones de mi naturaleza femenina.

¿Cómo sería trabajar y vivir en un mundo que respeta los ciclos femeninos?

¿Un mundo que integra el hombre y la mujer en una unidad en equilibrio?

¿Donde el hombre no se ve amenazado porque la mujer esté y ocupe su lugar en la sociedad como lo que es…?

Ya está bien de tantas luchas, búsquedas de igualdad. No somos iguales. Y no queremos serlo. Queremos respeto. Queremos nuestro lugar.

INCOMPLETO. (Continuará…)