Matemos el tiempo.
Matemos al tiempo.
Ellos asesinaron a su hija.
Él los mató.
Él sigue en la cárcel.
Ellos no.
Se atrevieron a apretar el gatillo y no a vernos agonizar.
El tiempo,
el mayor asesino de todos los tiempos,
se muere del aburrimiento.
Se matan por una vida que les han hecho creer que merecen.
No vivas y no temerás a la muerte.
¿Sabes lo que ven justo antes de morir?
Todo el tiempo que han perdido.
Lo que no han podido vivir.
La paz descansa en paz.
Las autopsias dicen cómo, no por qué.
Adiós solo debe decirse una vez.
Un anciano,
que fue un niño,
junto a uno que lo es,
le cuenta en voz bajita cómo será su vida,
como si no recordara que lo fue
y que alguien le dio los mismos consejos,
que él no pudo escuchar.
Una persona averiguó el sentido de la vida
y se la quitó.
Yo tengo la eternidad para demostraros que soy inmortal.
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