Averiguar aquello que nos conmueve e importa debería ser la principal obligación de nuestra vida. Saber qué puedes aportar tú de valor a esta sociedad, en qué puede contribuir tu existencia a este planeta. En lugar de ser un número más que consume y produce en el mercado, que desgasta y contamina el entorno.

Y poder descubrir quién eres, qué quieres. Experimentar, crear y marcar la diferencia, en vez de seguir la línea prefijada por otros hace mucho tiempo. Hacer de tu vida algo más, sentir, vivir, arriesgarse y no arrastrarse sobre la rutina cómoda y predecible hasta el día siguiente, hasta el fin de los tiempos.

No es volver al origen, ni partir de cero, pero es no dejar morir la chispa que ilumina las horas grises, no dejar de perseguir e inventar el motivo, la inspiración que mantenga la esperanza y el sentido que vertebre y sostenga esta vida, la dignifique.