Vives creando otra realidad,
una, en que no roben tu sonrisa.
Esquivando la fatalidad
a base de frases positivas.
Ese es tu escudo, ahora,
contra los embates de la vida.
Esgrimes ante la ira un gesto amable
aderezado con mirada triste.
Callas por no decir hirientes verdades,
hablas por no ocultar ruines mentiras,
gritas desde el pecho contra injusticias
y cantas a la esperanza casi marchita.
Abres tu corazón en canal
y en él caben mil corazones.
Riega tu sangre el zarzal,
brotan rosas a borbotones.
En tus labios, la palabra, el poder
de trasmutar las sinrazones.
Todos opinan, todos hablan,
todos saben, de ti, nada.
Unos dicen que eres rara,
otros que no eres normal
pero nadie vió tus cicatrices.
Nadie sabe de tus heridas.
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