El regalo olvidado

Sale a declarar la testigo.

¿Estuvo presente mientras yo me mataba?

Sí.

¿Y no lo puso en conocimiento de la policía?

No, pero…

Nada más que añadir, señoría.

Ya usted dictaminará si soy mi amiga o mi enemiga.



He terminado hace un rato una comedia jurídica.

Nada reseñable. Dentro de dos semanas, olvidada,

y cualquier otra historia hablará de culpa.



Había una vez una idea que se metió por la fuerza por la oreja:

Si eres castigado es por tu culpa.

¿Es justo sufrir si es lo que mereces?



No sé cuántos bastoncillos habré gastado ya.

Han valido la pena. Ahora me puedo escuchar.



Me declaro víctima, cómplice y asesina,

de mí misma,

por no cuidarme,

sin culpa

por vivir la vida.

Una respuesta a “El regalo olvidado”

  1. Y sin arrepentirte?
    Ole tú

    Te tienes e valor de hacerlo, reconocerlo, contarlo y no arrepentirte.

    si ya digo yo,cono tu NO HAY DOS.

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: