El día a día me pierde
se desvanecen ante mi
todos los propósitos
propuestos por mi yo pasado.
La premisa clave
que me envuelve es
«consigue dinero para vivir».
Y no disfruto.
No tanto como quisiera.
Es que si lo único
que puedes pensar
es «¿qué me queda por pagar?»
¿Con qué tiempo puedo soñar?
¿Con qué tiempo puedo escribir?
¿Con qué tiempo puedo crear?
¿Con qué tiempo puedo si quiera
pensar…?
La mayoría vive condenada
a no plantearse estas preguntas.
Ya sabes…
el día a día.
Es una cárcel
creada en plena libertad
por nosotros mismos.
Es la esclavitud moderna.
Revolucionario es
trazar un camino
para salir de ella.
Deja una respuesta