Palabras,
que rasgan,
que abren,
que curan,
que matan.
Como si fueran
cuchillos oxidados,
o llaves maestras,
o abrazos fuertes,
o la traición de quien más quieres.
Palabras.
Se las lleva el viento.
Son papel mojado.
Pero avivan nuestro fuego.
Están en todo lo bueno que hacemos.
Estamos hechos de palabras.
Pero solo son palabras,
un puñado de letras arrejuntadas
de mala manera
que sirven de poco
o de todo.
Deja una respuesta