Desestabilizarse
Es ponerse un millón de cosas para hacer para no terminarlas nunca, porque si se terminan, entonces no queda nada para seguir tapando, el tiempo y el espacio, para atender lo que realmente ocurre por dentro.
Entonces así puedes echar balones fuera con holgura, porque estamos a tope y claro no nos da la vida, no tenemos tiempo siquiera para respirar.
Mientras, el corazón está en esa sala insonorizada, es decir, en ese espacio tapiado para no ser escuchado, el cuerpo pidiendo tiempo muerto porque no puede sostener tanta tapadera sin ser nutrido, y la cabeza poniendo más y más excusas para no acabar nunca.
Y pesa. Pero es que duele parar porque entonces no puedes omitir que hay algo que no está bien, y algo dentro de ti lo sabe, pero como seguimos sin parar, aún no sabemos qué es.
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