No, no se trata de Holanda. Te lo he dicho infinitas veces, no quiero envejecer. Por favor, acéptalo; es mi forma de ver la vida y, por ende, mi forma de ver la muerte. Me quiero ir así, como estoy ahora: lúcido, satisfecho, lleno de amor. No quiero darle a los años la posibilidad de arrinconarme y olvidar que he tenido una vida maravillosa. Déjame ir ahora, cuando con plena consciencia puedo decir: te amo, ¡gracias por todo!
Deja una respuesta