Unos buñuelos de viento, color nude, color de moda. Pero si te los comes no cabrás en la talla apropiada. La que dictan los mismos que ponen el anuncio de los buñuelos congelados. Para que te los comas y te mueras del remordimiento. Porque se han apropiado de tu talla y la culpa parece tuya.
La moda, la talla, los buñuelos, lo que ya no es mío. Lo que ya no controlo, lo que me controla a mi.
Me voy a comer una docena y luego otra, hasta que ya no tenga miedo de comerlos porque ahora en mi mando yo.
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