Al día siguiente hacíamos como si nada hubiera pasado. Y es que hacernos los locos se nos daba muy bien. Todos los días hacíamos cola en la ventanilla. Nos daban lo nuestro y seguíamos a nuestro rollo. Y es que ir a nuestro rollo también se nos daba muy bien. Siempre y cuando nos dieran de lo nuestro. Cuando alguien iba de lumbreras y no se tragaba lo suyo era cuestión de horas que se montase un buen tinglado. Y es que los tinglados a los locos nos encantan. Y así era la vida en el centro de salud mental. Viviendo a lo loco como si la vida de eso tratara.
Estamos todos locos
4 respuestas a “Estamos todos locos”
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Y quién puede decirnos de qué trata la vida? Será de vivir a lo loco? O de volvernos locos al vivir la vida? Me encantó!
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