Solo soy un monstruo asustado
temeroso de extrañas criaturas,
un salvaje que dejó de ser humano
por amores, cuchillos, y facturas.
Un engendro estancado en el pasado,
los errores me rasgan las costuras,
de una vida cosida entre fandangos
de choques, acuerdos, y rupturas.
Si al menos pudiera hacer creer que no doy miedo, si hoy, me quisieran comprender.
Dejarían que me marche al otro lado sin recuerdos, un cerebro con vacíos de poder.
Soy un ogro, ladino y desgraciado,
otro tonto, que no supo querer,
un loco que siempre está asustado,
sin razones, sin motivos, sin ayer.
Un engendro bajito y arrugado,
lo que toco con las manos se hace humo,
en mi piel las escamas me hacen daño,
los fracasos, siempre vuelven, oportunos.
Si al menos, quisieran comprender que yo soy bueno, mis errores dejarían de doler.
Por eso mi casa queda lejos, por miedo a que me vuelvan a querer.
Soy tan solo, un monstruo fracasado,
que no acepta, el valor de la incultura,
los museos que visito son amargos,
solo exhiben mis bolsas de basura.
Soy un monstruo escapando del fracaso,
duermo junto a mis pastillas de cianuro,
cuando veo que el día se hace largo,
me paro, me enveneno, y descanso.
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