Para Manoli

Corría 1991 y decían de aquel 6 de agosto los meteorólogos que era el día más caluroso del siglo pasado, pero eso no nos importó nada y nos lanzamos desafiantes a restregar nuestros cuerpos para subir la temperatura algunos grados más. Por aquel entonces yo leía a Wilde y me encantaba usar sus aforismos, como aquel que decía que “vale más un capricho que una pasión eterna.”

Han pasado 31 años y me he quedado boquiabierto viendo la foto robada que nos sacaron hace poco en otro día caluroso. Lo de batir récords seculares ya se ha convertido en una costumbre y no tiene nada de excepcional. En esa instantánea  he descubierto que aquel aforismo que tanto usé se ha deshecho justo en el aire que media entre tú y  yo en esa foto.

Ese aire cargado de significado que hemos construido en todos estos años y que es fuente de  sabiduría eterna.

El bueno de Wilde, en su juventud rebosante de búsqueda del placer, no pudo ver lo que yo veo ahora, se quedó en la superficie. Aquellos diletantes glorificaban la juventud yo ahora en mi cuerpo deforme por la cincuentena y los excesos, me regodeo de que mi pasión eterna ha superado con creces al capricho de juventud.

Me sonrío confiado porque resuena en mi mente el lamento de aquel amigo de mi padre que cuando entró en la cuarentena se lamentaba de haber perdido la capacidad de sorprenderse y yo todavía me sorprendo al ver una hilera de hormigas avanzar en perfecto orden armonioso en ese caos que sólo simula ser un hormiguero. Bendito desorden.

Como el protagonista del “Increible hombre menguante” cuando se empequeñece tanto que ya puede salir de su prisión; así me siento ahora al haber atravesado esa barrera en la que muchos coinciden en que se agota la pasión y te derrota la desidia, viéndome lleno de pasión y disfrutando cada instante. Con humildad, con agradecimiento, pero con intensidad pecaminosa para una óptica cristiana pero sagrada para nosotros.

Ahora entiendo la finalidad del Tantra, aunque jamás lo he practicado, pues no me gusta que me digan cómo tengo que follar, pero entiendo por qué se saborea con otro paladar todo esto que me ocurre ahora. Todo es más grande, más intenso, más pleno.

Me siento afortunado, agradecido a todo lo que me ha traído la vida, incluso a las mierdas que me ha ofrecido, que han sido muchas y variadas. Me siento confiado, quisiera decir que preparado para morir, pero eso son palabras mayores. Seguiremos trabajando ese tema mientras me quedo contemplado el aire cargado de significado que media entre tú y yo en esa instantánea, sabiendo que nuestra complicidad lo llena por completo y que ya nada importa pues hemos sido capaces de construir un “capricho eterno”.

Una respuesta a “Para Manoli”

  1. Guau… Gracias por compartir un poquito de ese aire repleto de significado y de capricho eterno. Tremenda foto y lindérrimas palabras

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: