En ese momento de conversación con la mirada, decía a Michel que si no fuera por la diferencia de edad, había encontrado mi alma gemela; con su bonito acento francés respondió a mi pensamiento _ Oh la la! Una verdadera lástima pequeña,nací demasiado pronto o tú demasiado tarde! Pero indistintamente de todo eso, me siento enormemente agradecido de habernos cruzado en el camino. Espero por eso acabado nuestro especial compromiso, sigamos en contacto.

_ No lo dudes ni un solo instante! Sonriendo me guiñó.

_ Sigamos pues con el intrigante cometido. Hoy es el día perfecto para llevarlo a cabo, es día de celebración; Mardi Gras Al término,hacen la representación del entierro de la pareja.

_ De hecho tenía pensado asistir a tan célebre desfile ¡No tendría perdón si no lo hiciese! El gesto que hice con mis ojos le arrancó una risita.

_ Ey! No está nada bonito reírse de una dama!

_ Te has puesto tan graciosa, que me ha sido inevitable resistirme a ello.

_ Bueno, por esta vez pasa! Ahora fue su gesto el que me hizo reír, siguiéndome después. Los asistentes nos miraban un tanto extrañados, aunque alguno acabó riendo con disimulo. Mirando hacia el aparador, susurré a Michel _ Mejor nos vamos, antes de que nos eche!

Michel hizo un gesto a Chloé para que se cobrase, ya junto a nosotros la miró esperando la reprimenda. Al dirigirse a él en su idioma natal no entendí una palabra.

_ ¡Te parece bonito el espectáculo que estás dando! ¡Eres un bribón! Si no fuera por que te conozco desde hace mucho y de que te quiero un motón, avisaría a la policía. Al escuchar eso la miré diferente, pero al ver que lo cogía de la mejilla a la vez que sonreía, suavicé mis facciones. Sonriéndome se dirigió a mí, esta vez en mi idioma.

_ Estás en buenas manos! Cuídalo y mimalo cuanto te apetezca, es un amor!

_ Es algo de lo que me di cuenta en cuanto entré a su tienda! Ambas sonreímos.

_ Bueno, disfrutad y aprovechad el tiempo al máximo! Despidiéndonos de ella nos encaminamos a lo que nos concernía. Al entrar en la calle principal vimos que estaba dando lugar un gran desfile; carrozas adornadas de preciosos colores, hombres y mujeres bailaban al ritmo de la maravillosa música, Michel me iba explicando, me resultaba apasionante e intrigante. Al acercarse uno de aquellos enmascarados y ver mi reacción, Michel cogió mi mano._ Tranquila, es parte del espectáculo! Reí algo nerviosa. Señalándome la cola del desfile, conseguí distinguir músicos y varios hombres que portaban un ataúd. Guiñandome.

_ Ese es el pase a nuestro destino, los acompañaremos en su duelo! Yo le asentí. Aquella música, aquella especie de ritual tan exquisito parecía estar poseyéndome; aunque Michel me tenía cogida de la mano con seguridad y seguía explicándome, lo sentía como en un ensueño. Al ver pasar a los hombres que portaban el ataúd y ver los nombres inscritos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. luego el roce de aquella mano en mi mejilla me hizo levantar la vista; allí estaba él, era Solomon. Emocionada grité su nombre. Las firmes manos de Michel en mis mejillas y su alentadora voz, consiguieron devolverme junto a él.

_ Mon chéri! Conseguiste asustarme con tu ausencia. Mis lágrimas no dejaban de fluir.

_ Era él, Solomon! Acarició mi mejilla, supongo no me guarda rencor por mi dudoso comportamiento.

_ Por supuesto pequeña! Tu reacción fué más que lógica! Su beso en mi frente me colmó.

_ Debemos estar allí cuando oficien el funeral.

_ No perdamos tiempo! Cogidos de la mano marcamos un paso ligero.En cuestión de poco estábamos en el cementerio; por más que miraba no veía a Solomon, En ese último momento del hermoso y emotivo oficio dedicado a la pareja, Michel sacó la foto; mientras bajaban el ataúd poco a poco, ambos la depositamos con sumo cariño sobre este.

Al concluir, nos quedamos largo rato solos; aquella suave brisa nos hizo levantar la vista a ambos. Al ver a Ruby y Solomon juntos, Michel y yo nos abrazamos emocionados.

A día de hoy no olvido tan hermoso y apasionante viaje; es más,aún soy capaz de experimentar cada sentimiento que me embargó y envolvió. Michel y yo seguimos manteniendo el contacto, siempre que podemos hacemos por vernos; juntos, ambos nos sentimos uno.

Es lo que se dice de las Almas gemelas …

UN ABRAZO.