Dolor

Ni la sangre tras el desgarro
del alma me queda de consuelo
tras tu marcha a ese otro lugar,
donde las almas puras al fin disfrutan
del tiempo que no tuvieron en esta realidad,
dejando solo las cicatrices de ausencia que no arropan,
pero nos acompañarán para siempre
inundando nuestras vidas
de lágrimas de dolor y pena
que acunan nuestra existencia
hasta que un día también sucumbamos al sueño eterno.

Te fuiste tan pronto, tan pronto…
Intento plasmar con palabras lo que significa
el no tenerte,
pero lo único que quiero es verte de nuevo
como aquella vez primera.
Ojalá pudiera hacer todo aquello que no hice
pensando, como un imbécil,
que el tiempo era eterno,
pero por supuesto era finito,
lo siento.

Ojalá pudiera demostrarte lo que te amaba,
ojalá pudiera decirte aquello que nunca te dije,
que pudieras oírlo de mi boca,
que por un tiempo fue cómplice de tu verdad inexplorada.
Tu cuerpecito dijo basta,
pero el recuerdo de tu alma y el tiempo inexorable
nos unirán algún día,
esperando que tus ojos almendrados y aquella sonrisilla
me miren y me sonrían
cuando mi cuerpo me abandone
y pueda verte de nuevo,
vida mía.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: