Solo han pasado doce años desde la última vez que nos vimos. Camino hacia el punto de encuentro dando pasos cortos, relantizando el tiempo a golpe de tacon y punta. Mi reflejo en los cristales de las tiendas confirma que mi pelo, maquillaje y vestido están bien. Los repasitos de los desconocidos por la calle confirman que mi fuckability está on point. Después de doce años, volveré a verte y estoy lista.
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