Tengo una novia guerrera;
luchadora de muay thai.
Me hace “clinch” en vez de abrazos.
Soy su sparring, soy su saco.
Acaricia mis costillas
con sus golpes de rodilla.

Es tan dulce como fiera
en el amor y en la lucha.
Después de entrenar, en la ducha,
cura todos mis huesos
con la miel que hay en sus besos.

Tengo una novia guerrera,
luchadora de muay thai.
Me rompe y me recompone.
Otra como ella no hay.

Me patea por todas partes,
me destroza con sus codos.
Sus golpes son puro arte.
Me duele hasta el último poro
y amo hasta el último suyo.

Tengo el cuerpo destrozado,
llenito de moratones.
Piel de seda, puños de acero.
Y es que estoy tan enamorado
de esos ojitos marrones…

Tengo una novia guerrera,
luchadora de muay thai.
Me rompe y me recompone.
Otra como ella no hay.