Londres, domingo por la mañana. Jason estaba tocando la guitarra en su habitación, tratando de afinarla sin éxito ya que una de las cuerdas no estaba bien. Como no pudo solucionarlo, se hartó, tiro la guitarra en la cama y bajó a por una taza de té.
De camino a la cocina, escuchó a su padre llamándole a gritos:
-¡Jason! ¡Jason! -le grita su padre con cierto nerviosismo en su voz.
Coge a Jason por los hombros y le dice:
-¡Escucha! ¡La familia real nos va a visitar hoy! ¡Han escuchado hablar de mi libro y el Rey quiere conocerme en persona! ¿Te lo puedes creer?
Jason empieza a sentir la misma histeria de su padre. Su padre recibía visitas importantes, pero ninguna tan importante como esta.
-Escucha hijo… este es un momento excepcional, y como diría RuPaul “don’t fuck it up ¿ok?
Jason asintió con la cabeza y volvió a su cuarto a descansar un poco y a darle mil vueltas a como actuar y hablar delante de un Rey y un príncipe, el cual estaba bastante bueno. Y tan solo de pensar que lo tendría a un escaso metro de él se le erizaba la piel.
Eran casi las cinco de la tarde y Jason estaba muy nervioso, no paraba de dar vueltas en su habitación, pensando en que hacer, que decir…hasta que el sonido de la puerta de casa abriéndose lo saco de sus pensamientos y escucho a su padre decir:
-Bienvenidos…
Jason estaba atacado, aún así bajo con toda la calma que pudo las escaleras.
-Ho-hola… Mi nombre es Jason… Yo-yo soy su hijo.
El rey y su padre se sentaron en la mesa a hablar mientras ellos también entablaban conversación.
El príncipe se quedó impresionado con la belleza y el encanto de Jason. Cada vez que Jason intentaba cruzar su mirada con la del príncipe, este la desviaba tímidamente.
Jason se siente más a gusto de lo que se pensaba. No para de mirar al príncipe, intentando hacer algo de contacto visual, pero siempre le desvía la mirada. Será cosa de protocolo, piensa Jason, o lo mismo es que si sostiene la mirada se convierte en rana o algo así. Jason esboza una sonrisa al pensarlo.
De repente el Rey dice algo que descoloca a Jason.
Menciona que su hijo es gay, a lo que el padre de Jason le responde, que el suyo es bisexual.
El príncipe abre sus ojos y se le ilumina la mirada, lo mismo que a Jason.
Esta vez, si cruzan las miradas, y el príncipe se la sostiene.
Jason se levanta y va hacia él. Se pone de rodillas ante él y con suavidad le besa la mano y le dice:
-Quiero mostrarle mis respetos… your Majesty-
El resto es historia entre ellos.
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