Que dios es omnipresente es un dogma de fe aceptado por los cristianos y desde hace dos días, también por mi.

Heme aquí que estoy navegando por youtube y me aparece un anuncio de http://www.veniracristo.org, todo bien organizado como en cualquier landing page que se precie: foto agradable con mensaje conciso que llama a la acción, formulario para acceder a alguna master class gratuíta, video explicativo de las bondades de la página, etc… Vamos, que no le falta de nada, como no podía ser de otra forma, además de omnipresente, también dios es omnipotente, una web es tarea sencilla para él.

Me empieza a salir el ateo recalcitrante que encuentra cierto placer en ridiculizar cualquier manifestación de religiosidad y no quiero. Me estoy quitando, ya sólo me pongo de vez en cuando, como decía Tabletom. Parece que la madurez me ha hecho ver que tan coñazo es un creyente proselitista, como un ateo descreído. Ambos se empeñan en meterte su ideario con calzador y ya estamos viejos para esas cosas, por tanto, olvidando al ateo recalcitrante que fui, me pongo el traje de ateo respetuoso con las religiones y sólo me disponía a hablar aquí de cómo de un tiempo a esta parte TODO está en venta y TODO tiene su landing page y su puto funnel de ventas.

Estábamos acostumbrados al tío que te vende la independencia financiera con trading o criptomonedas y ese tipo de fauna, pero es que ya hemos visto de todo: Compositores de la talla de Teo Cardalda vendiéndote un curso de cómo componer; Un tío que te enseña técnicas para ligar con mujeres “de calidad” (entrecomillo porque es terminología que se usa en ese anuncio y sigo hoy en día sin saber a qué se refiere); Una empresa que compone canciones a medida, para cumpleaños, onomásticas, etc..; En resumen, una miríada de individuos que son poseedores de no sé qué extraños secretos que nadie conoce a excepción de ellos y que te van a cambiar la vida drásticamente.

¿Qué cojones está pasando para que una publicidad tan naif y con tan poca rigurosidad consiga captar adeptos?

Yo he sido usuario de algún que otro curso que utilizaba estas técnicas y evidentemente, dada ya mi provecta edad y mi experiencia, no los hice buscando esa salvación milagrosa, sino por adquirir una serie de conocimientos que estimé interesantes. Desde ese punto de vista, nada que objetar, pero he sido testigo de cómo muchísimas personas que se apuntaban a esos cursos, sufrían una tremenda decepción porque ellos sí esperaban una transformación de sus vidas con esos cursos y al ver que no  se produce, hay grandes caídas. Esos cursos fabrican una gran cantidad de haters que al no ver cumplidas sus expectativas, se vengan poniendo a parir al gurú de turno.

Creo sinceramente que en general se ha deteriorado bastante el nivel cultural de la media de la sociedad. Sé que esto es un lugar común y que los viejos tendemos a decir que nuestro sistema educativo era mejor, pero no hay más que ver cómo cada día se está secuestrando más la opinión disidente, pero no porque se prohíba, sino porque la propia sociedad, en su ensimismamiento bobalicón y superficial, se encarga de censurar cualquier iniciativa que parezca extraña y no cuadre en los cánones de lo generalmente admitido.

Es este empobrecimiento del espíritu crítico y de un nivel medianamente aceptable culturalmente hablando, el que ha hecho creer a la mayoría que un cambio en tu vida es posible de modo radical e instantáneo y que te lo puede ofrecer un gurú listillo.

Es cierto que todos esos anuncios están muy elaborados, que cuidan mucho el neuromárketing, que utilizan técnicas de persuasión muy elaboradas, pero en última instancia estás tú ante un hecho absurdo y eres tú el que decides tragártelo o no. Nadie va a cambiar tu vida excepto tú mismo, con un trabajo constante y sostenido en el tiempo. Nadie es conocedor de secreto alguno. No existen técnicas desconocidas para transformarte de la noche a la mañana, así que más vale que apagues la televisión y retomes el hábito de ese aprendizaje lento, pero profundo, que te proporciona la lectura y que te proveerá de la única habilidad necesaria para no caer en los brazos del siguiente gurú de internet: el criterio.

Por tanto, para ti, que no crees en las transformaciones radicales, que estás harto de los anuncios simplones de internet, tengo una masterclass gratuita donde te contaré mi secreto para poder desarrollar tu propio criterio e incrementar tu IQ como siempre habías querido…

Anda, déjate de rollos y coge un libro.