Mala suerte

Rick vivía solo en su granja, en medio de la nada, rodeada de campos de maíz, como muchas otras en el medio oeste americano. Una mañana, mientras limpiaba su vieja escopeta en la cocina, sonó el timbre. Se sobresaltó, pues no esperaba visita. Se dirigió a la puerta. Para su sorpresa, había un joven enfundado en un mono naranja de preso, de espaldas, dejando ver las letras DOC escritas en negro.

Rick miró hacia la cocina, donde estaba la escopeta. “Ya es mala suerte”, pensó.

-Sigue tu camino, no queremos problemas aquí. -dijo desde la falsa seguridad de una puerta de contrachapado con mosquitera-

-Hola -respondió el preso girándose- me iré enseguida si así lo quiere, no quiero causar problemas. Tengo aquí unas esposas que robé a un guardia, si le parece, me puedo esposar a su barandilla para que salga y podamos hablar más tranquilos.

A Rick aquello no le pareció mal. Desde la ventana junto a la puerta vio como el preso se esposaba junto a la barandilla de la escalera. No parecía tener malas intenciones, así que se arriesgó a salir al porche. Le observó mientras se sentaba en su vieja mecedora. El joven tenía la cabeza rapada, era rubio con ojos azules, tatuajes en los brazos, Rick se fijó en que tenía un pie sin su bota, sangrando.

-Bien, aquí estamos.  -dijo meciéndose ligeramente- ¿Qué haces en mis tierras? -Preguntó con cierto aire de violencia, sin quitar ojo de su adversario-

-Mi nombre es Jamie. Soy un condenado a muerte. Me estaban trasladando en tren hacia el penal de Stockton, donde mañana recibiría la inyección letal. Pero por casualidad, durante el trayecto, descubrí que la cisterna del baño del tren estaba suelta. Tras una arriesgada salida por la parte inferior de un tren en marcha, pude escapar únicamente con algunas magulladuras, y con una bota de menos.

Rick observó de nuevo sus pies, uno con una bota gris, el otro rojo y negro de sangre y suciedad, también observó algunos cortes con sangre seca en su cara y en sus manos.

-Tras escapar hacia ninguna parte -siguió el preso- y pasadas unas horas, avisté su granja… y bueno, aquí estamos.

-¿Y qué quieres? -volvió a preguntar Rick, pensando en su escopeta desmontada-

-Pues la verdad, he pensado mucho en ello durante el camino. Lo único que quiero es que llame al Sheriff para que vengan a buscarme, y compartir una cerveza con usted, si es que le sobra alguna. -Dijo Jamie mirándole a los ojos-

Aquella respuesta descolocó sobremanera a Rick. No supo que contestar, simplemente se quedó callado. Se levantó de su silla y fue al interior de la casa. Jamie escuchó como hablaba por teléfono, una conversación corta. Después, el sonido de dos botellas de cerveza chocando entre sí, hizo saltar una sonrisa en la boca de Jamie. Rick salió y le tendió una de las botellas, sin decir nada, dejó otra junto a la mecedora y volvió a entrar en la casa. Un momento después salió con las piezas de su escopeta para acabar de montarla, y volvió a sentarse.

-Bien chico, ya he llamado, enseguida vendrán a buscarte. Ahora, cuéntame tu historia. No pareces un mal chaval por tu manera de comportarte, cualquier otro preso hubiese intentado entrar a la fuerza, para hacerse con armas y víveres.

-No crea que no lo pensé. Una vez fuera del tren, el ego me hizo pensar cómo poder atacar, y seguir con mi huida. Pero no soy así. -hizo un silencio mientras daba un trago a la cerveza- Joder, no recordaba lo rica que esta la cerveza, gracias… ¿Que qué me paso? Fui condenado de manera injusta por un asesinato que no cometí, alguien a quien consideraba un amigo me traicionó, y el dudoso sistema judicial que tenemos, hizo el resto.

-Vaya, lo siento chico, ¿cómo ocurrió? -preguntó Rick, con la escopeta ya montada-

-Mi amigo, bueno, el cabrón de Floyd, pasaba por una mala racha. Me llamó para encontrarnos en un bar de carretera, ya que necesitaba que le prestase algo de dinero…

-Ya veo por donde vas. -dijo Rick cargando dos cartuchos en su escopeta-

-¿Sí eh? Pues yo no lo vi venir. Floyd, mató al dueño y atracó aquel local, donde también, sin yo saberlo, había citado a su novia, que después habló con la poli y les dio el chivatazo. Más tarde, en la rueda de reconocimiento, ella me delató a mí en lugar de a él, claro.  El resto es historia.

-Joder que mala suerte chico. -dijo Rick sacando unos cartuchos de su bolsillo-

Se escuchó una sirena de policía. A lo lejos, un coche patrulla se acercaba por una pista de tierra, levantando una nube de polvo a su paso entre los campos de maíz.

-Mala suerte, sí, eso pondrá en mi epitafio. “Aquí yace James Douglas, fue bueno, pero tuvo mala suerte” … -Jamie se quedó pensativo por un momento, como un niño que no sabe si contar un secreto- Mis padres me abandonaron, mi primera novia me dejó por mi mejor amigo, me robaron dos veces la cartera y me vaciaron la cuenta del banco, un jefe me despidió por creer que era yo el que robaba la caja, me tropecé andando y me partí una rodilla… podría seguir, pero estoy aburrido. -La sirena sonaba cada vez más cerca- Estoy aburrido de esta vida tan injusta, de esperar a que el karma castigue a los que lo merecen. Lo único que quiero es disfrutar de esta falsa libertad, tomar una cerveza, y seguir mi camino hacia una muerte segura. -dijo, mirando a la nube de polvo que se acercaba en el horizonte. El coche patrulla ya estaba casi a punto de llegar, atravesando el camino principal hasta la entrada de la casa-

-Incluso ahora -siguió Jamie- quizá fruto de la cerveza, me daría lo mismo que fuese usted el que me diera el tiro de gracia, total, qué más da morir hoy que morir mañana. Sea como sea, gracias, ha sido un día cojonudo. -concluyó, apurando su último trago-

Rick había escuchado atentamente, y ahora tenía que tomar una dura decisión. Blandió su arma, se levantó y apuntó a Jamie. ¡BAM! El disparo resonó haciendo eco a través de los valles. Había reventado el barrote de la barandilla donde Jamie estaba esposado.

-Ve adentro chico -dijo Rick, cargando el arma- es hora de ajustar cuentas con la suerte.

Una respuesta a “Mala suerte”

  1. Buena historia, me ha gustado como la calma del relato, como iba cociéndose poco a poco.

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: