Arranca ya en primera con más morro que cualquiera,
Lleva el carro que más corre, unas llantas de primera,
Si pasa por tu lado mejor súbete a la acera,
Se ve que le faltaron unas clases de autoescuela.
Sale de noche y aparca en doble fila,
Dejando el coche tirado en cualquier esquina,
Te hace esperar y se cabrea si se lo recriminas,
“Eau de Reproche”, su colonia favorita.
El respeto va detrás, sin cinturón de seguridad,
Mientras su ego de campeón derrapa por la ciudad,
Mira el retro, y se dice, ‘yo conduzco sin piedad’,
Siempre llega el primero si hablamos de mediocridad.
Si le ves por la calle mejor déjale que pase,
Que siga con sus rayes quemando sus malos gases,
Manejando con frenesí, una sola mano el volante,
Llegará pronto al infierno, pase lo que pase.
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