Sume lo que sume, asúmelo, no solo somos números
o marañas de músculos y nervios
con los ojos húmedos, o los ojos secos,
¿somos lo que escogemos o lo que decide el público?

quizá algo en medio de tener
la boca grande, oídos bien chiquitos y el corazón minúsculo,
y tener tanto que dar que el corazón se sale por la boca
por los poros, por la música, de súbito,

ahogándome por miedo a las dudas,
hice de las vísceras mi escudo, anduve a oscuras,
buscando a tientas un poco de luz,
pillé el vicio de hacer del vicio virtud,

a pesar de pisar fuerte, me sentí etéreo,
lápida anónima en mitad del cementerio,
lágrima solitaria en el desierto,
página arrancada, emborronada sin criterio,

gritar hasta desgañitarse, agitar el puño,
tiritar de rabia, arder de impotencia,
echar leña al fuego, levantar cabeza
y pretender salir sin un rasguño,

sin llevarme si quiera un ápice de culpa ni mérito,
usar lápices para esculpir,
usar beats para escupir,
exprimir la vida y no colar la pulpa, sin éxito.