Prefiero el cinco.
Claro que si,
la poesía empieza
cuando nos entendemos.
¿A quién no le gustaría
que 2+2 sea 5?
Mientras tanto,
sigue siendo 4.
Vamos a lo seguro
sin desaprovechar
ningún centímetro,
ningún número,
ninguna gota de sudor
con olor a poesía
añejada 29 años
en roble
de segunda mano,
y me pasas tus manos.
Ten en cuenta,
no pierdas de vista,
no pierdas el tino,
que por más
que entienda el cuatro,
prefiero el cinco.
Deja una respuesta