Ha salido por fin
He visto el halo de su falda cuando intentaba reir
La he visto salir
He contado bien su llanto
La viñeta que dibujaba en la pared cuando cogía mi mano
He sentido la invalidez de su casa
Las horas de silencio en el único balcón que daba al mundo
Esta diluyéndose entre las estrías que le dejan las lágrimas
apoyada en una baldosa de mercurio
aún mira
aún sangra
aún siente la blancura de las horas
aún busca por los agujeros del tapete de su abuela
una caricia
un deseo
un anclaje nada más
quiero que me mire sin abrumarme
quiero que respire sin que duela
quiero que ame lo que fue
quiero amarla
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