abrir la palma de una mano
con ese ruido de sandía
recién partida
, ese pac del cuchillo largo
contra la madera
: abrir, digo, la palma
, como si fuera el agua a correr por ella
, no mano tumba
, mano enfangada
, sino mano lecho, mano poza
; abrir para no tener
, como desposesión
, como concepto de no guardar
abrir sin esconder
. no hay captura que equivalga
a lo ricas que somos
con esa cantidad de agua
mojando nuestros cuencos
.
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