Si quieres tener poder, tienes que olvidarte del querer.
¿Sabes diferenciar el amor de lo que puedas querer?
Prometo que voy a quererte hasta que deje de hacerlo.
Te quiero, mi vida.
Eres mi villana favorita.
Podrías joderme mucho más.
Gracias.
Debería hacerte el amor más.
Solo recuerdo haberte dicho una vez que te quiero
y las muchas que lo he pensado desde que no estás.
Fuiste ángel. Te mereces el cielo.
Ojalá.
A vosotros, um,
os quiero más de lo que me permito.
No diré más por miedo a la tecla de borrar.
Durante toda la vida he creído
que el amor existe con una finalidad:
la supervivencia.
Obra para que nos cuidemos y protejamos.
El problema,
que solo queremos a unos pocos.
Cualquiera podría quererte, pero tú no quieres a cualquiera.
Podrías estar con quien quisieras, pero no quieres a nadie.
Cuando quieras, no te quiero.
Aunque a veces lo hago sin querer.
Demuéstrame que te quiero
y te diré que tú a mí también.
Si no puedo, siempre querré.
Existe lo que nunca fue si lo quisimos.
A todos mis amores platónicos:
Os quise como si nadie me hubiese querido antes.
A los no amigos:
Fue un gusto tras el disgusto.
A las cosas:
No es amor; solo deseo, inculcado, vacuo, perecedero.
A las experiencias:
Vamos a ir conociéndonos.
A los proyectos:
Perdón, pero es que no estoy preparada para nada serio.
Espero menos de lo que quiero.
Nos vemos obligados a perdonar
más de lo que querríamos
porque queremos.
Te maldigo cuando no te quieres.
Si el amor fuera justo, tú no serías tan inocente.
En cualquier parte,
libre de culpa,
cualquiera lucha
por lo que quiere.
Nos empeñamos en conseguir lo que queremos
y olvidamos lo que necesitamos.
Así pasó.
Te quise con todas mis fuerzas
y eso me hizo terriblemente débil.
Cuesta volver a enamorarse de uno mismo.
Cuesta desconocerse.
No vale más lo malo conocido.
Solo importa la verdad.
Y no te voy a engañar,
ya no sé qué es verdad.
Te odio.
Por si fuera poco,
te quiero mucho.
Te quiero libre, pero atado a mi cama.
Te quiero mientras inconsciente me acaricias.
Te quiero feliz, aunque me dé miedo que quieras serlo.
Te quiero porque estás.
Te quiero de más porque te echo de menos.
Quiero, hermana, que quieras poder,
que puedas querer,
que hagas lo que te dé la puta gana.
Margarita, ¿tú qué dices?
Para que nunca me olvides:
no te quiero.
Deja una respuesta