¿Cuántas veces llamó a tu puerta?
Esperaba que le abrieras y dejaras entrar.

¿Te das cuenta?
Llega siempre en el momento más oportuno.

Cuando bajan tus defensas,
cuando mengua la claridad de tu día,
al sentirte sola y vacía.

Cuántas veces miraste al horizonte,
ausente,
taciturna,
y deseaste volver a ser quien eras.

Con un pensamiento recurrente:
«todo tiempo pasado fue mejor».

Es algo que nos pasa a todos,
la nostalgia es agridulce
al tacto del corazón.

Vivir aislado en un pensamiento así
provoca desengaño y desvirtúa tu realidad.
Un halo de luz grisácea tenue recubre la ciudad,
vagas por ella, no caminas, solo deambulas.

Esa luz sólo recubre tu mirar, tu prisma.
El mundo ahí fuera siempre es igual de ambiguo,
cambió tu percepción, tus pensamientos,
tus acciones, tu felicidad, tu carisma.

¡Es obvio que ya no eres la misma!
¡Ya lo decían los antiguos sabios!
El río en el que nadaste ayer,
no es el mismo en el que nadarás hoy.

Todo cambia. Como dice la canción.
Es el paso inexorable del tiempo.
El danzar de las mariposas al viento,
de la marea al vaivén de la luna.

Todo es neutro:
«Todo es del color de la luz que recibe» dijo Kase.

Y yo le creo.
Más que creerle lo comprobé.

Un pensamiento negativo te nubla el día
uno positivo te da energía y alegría.

Todos tenemos días grises es normal y cotidiano
Dejar que inunden tu vida entera es amargo.
Puestos a elegir…
¿Por qué quedarse con algo que te hace daño?

¡Eso mismo te quería decir!

Puestos a elegir el lente para ver el mundo
escoge el que te sirva para vivir feliz.

El pasado podrá venir a golpearte,
pero estarás preparada.
Más tranquila y serena, más calmada.
No tendrá poder para condicionarte.

Por eso… amiga mía te invito
al camino de aprender a gobernArte.